Torre Civica, Bergamo, Lombardy, Italia

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La Torre Cívica de Bérgamo, conocida también como "Il Campanone", fue construida entre los siglos XI y XII, siendo utilizada en un principio como simple residencia, propiedad de la familia Suardi, una de las más poderosas de la época, que pertenecía a las filas de los llamados "gibelinos".
Con la llegada del período comunal, la torre se convirtió en la sede del "Podestà" (primer magistrado de las ciudades del centro y norte de Italia), mientras que al término de la época medieval y a la llegada de la República de Venecia pasó a usarse como cuartel general de las cárceles del país.
Mientras tanto, todo se había desarrollado en la "Piazza Vecchia", el corazón de las instituciones políticas y administrativas de la ciudad, y la "Piazza Duomo", centro religioso de la urbe.
La torre, desde cuya cima se puede ver ambos lugares, se convertió en una referencia para todos los habitantes.
Unos siglos más tarde, el edificio fue adquirido por el municipio de Bérgamo, que colocó unas campanas, las cuales servían para llamar a reunir a los ciudadanos, especialmente en tiempos de desastre.
La campana principal, consagrada en 1.656 y rebautizada por los habitantes como "Campanone", cada noche a las diez tañía cien veces para indicar un toque de queda que recordaba el cierre de las cuatro puertas de la ciudad. Esta costumbre todavía se repite cuando el Ayuntamiento quiere dar memoria de acontecimientos pasados, o cuando tiene lugar la procesión del Corpus Christi, o cada 25 de agosto (víspera del patrón de la ciudad, San Alejandro).
Como fue el caso de muchos monumentos ubicados en las inmediaciones de la "Piazza Vecchia", desde la segunda mitad del siglo XX el edificio fue involucrado en un proyecto de revalorización de interés turístico, con el esfuerzo de modernización que introdujo un ascensor que le permite dar una alternativa a quién no quiere llegar a la cima de la torre por medio de la escalera.