Foto realizada en Cangas del Narcea, Asturias, España.
Publicada el día 20 de Junio de 2008.
MINA DE ORO ROMANA. Una vez localizados los yacimientos, era preciso construir el trazado de una red hidráulica de canales y depósitos. El agua desempeñaba una función primordial en el proceso. Esta operación conllevaba un costoso trabajo, al tener que remontarse hasta el lugar de captación del agua (manantiales y arroyos). Estos canales de conducción («arrugia» o «corrugi») podían recorrer varios kilómetros y muchos de ellos aún son hoy visibles (se les conoce con el nombre de «antiguas»). El agua llegaba hasta unos depósitos de almacenamiento y distribución, y de allí hasta los depósitos de explotación, situados sobre la cresta misma del tajo. Estos depósitos («stagna» o «piscinae») se construían excavando en el terreno y el material extraído era utilizado para formar un talud de cierre a su alrededor. De estos depósitos salían unos canales que vertían el agua directamente sobre las cortas.