Foto realizada en Ponga, Asturias, España.
Publicada el día 17 de Enero de 2008.
EL GUIRRIA. Soy yo, el Guirria. Rey por un día. Lo acordamos entre todos los solteros la última noche del año y otra vez me tocó ser el Guirria de la parroquia de San Juan, en Ponga. No fue la primera vez, pero sí la última, en que el primer día del año vestía el atuendo naranja y azul, la careta blanca, la larga barba negra, el capirote, el palo y el bolso cruzado lleno de ceniza para arrojar a los mozos. Eso, ceniza para ellos y muchos besos para ellas.
Fue la de ayer mi última salida para dar vida a este ancestral diablillo, porque el Guirria y los aguinalderos sólo pueden ser mozos solteros. Cambio de estado, señores. Pero nadie me reconocerá. Como mis antecesores, nadie podrá conocer mi identidad y menos las mozas, a las que perseguiré en busca de un beso. Me puse la careta y la magia del Guirria me invadió. Yo, el que era antes, desaparecí.